ARTÍCULO

Una nueva herramienta para los fumadores con asma

El Centro de Excelencia para la Aceleración de la Reducción de Daños (CoEHAR) se asoció con los gigantes de la neumología global para desarrollar un algoritmo de tabaquismo y asma que ayude a los fumadores que tienen esta enfermedad.

El número de pacientes asmáticos que fuman es demasiado alto. Hay comparativamente pocos médicos que entienden completamente el impacto del tabaquismo en la morbilidad y la mortalidad por asma bronquial. Además, es probable que los fumadores asmáticos obtengan opciones de tratamiento menos efectivas.

En un esfuerzo de colaboración, expertos de todo el mundo desarrollaron un algoritmo para identificar la interacción entre fumar y el asma, así como métodos concretos y personalizados para ayudar a los fumadores con asma. La investigación sobre este tema fue realizada por Neil Thomson –del Instituto de Infección, Inmunidad e Inflamación de la Universidad de Glasgow–, Riccardo Polosa –fundador de CoEHAR de la Universidad de Catania– y Don Sin –del Centro para la Innovación Del Corazón y el Pulmón en el Hospital St. Paul, Vancouver–. Una prestigiosa publicación de la revista The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In Practice publicó los datos recopilados.

¿Por qué es importante?

Hay más de mil millones de fumadores de tabaco en todo el mundo: fumar tabaco contribuye al desarrollo de enfermedades respiratorias, como el asma y la EPOC. Según lo informado por los registros internacionales de asma grave y las tasas de adultos que se presentan a los departamentos de emergencia en los Estados Unidos, alrededor de la mitad de los adultos con asma fuman cigarrillos actualmente o [lo han hecho] en el pasado.

A través de su interacción, el tabaquismo y el asma ejercen un efecto negativo que tiene implicaciones significativas para el diagnóstico de la enfermedad y puede conducir a una clasificación errónea de los mecanismos patógenos y un tratamiento inadecuado.

Los pacientes asmáticos que fuman generalmente se excluyen de la mayoría de los ensayos clínicos grandes y estudios en investigación: pueden tener respuestas impredecibles y diferentes a los medicamentos en estudio como resultado del tabaquismo.

El estudio

Los investigadores actualizaron su estudio «Fumar cigarrillos y asma» con respecto a los mecanismos que mejoran la interacción entre fumar y el asma, la forma más efectiva de tratar a los pacientes que habían fumado anteriormente y las mejores maneras para que los médicos recomienden programas para dejar de fumar.

Según estudios previos, fumar con frecuencia aumenta el riesgo de asma y generalmente se asocia con formas graves de esta enfermedad. Además, numerosos estudios observacionales han demostrado que fumar se asocia con el empeoramiento de los síntomas respiratorios, el aumento del uso de los servicios de atención médica y el empeoramiento de la calidad de vida.

Además del asma, el consumo de tabaco también puede causar otras enfermedades respiratorias como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). La EPOC se caracteriza por un daño irreversible y progresivo a los pulmones.

Del mismo modo, fumar puede causar el declive patológico de otra enfermedad: varias encuestas de fumadores actuales informan una mayor prevalencia de ansiedad y depresión, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón en comparación con los nunca fumadores con asma.

Cuando se trata de asmáticos que tienen antecedentes de tabaquismo, ¿cuál es el mejor enfoque de tratamiento? Una estrategia para dejar de fumar para los fumadores con asma es el primer paso para controlar la afección.

A pesar del hecho de que GINA (Global Initiative for Asthma) describe los beneficios del tratamiento farmacológico, la mayoría de los estudios realizados sobre el tema se han centrado en sujetos que nunca fumaron o han fumado solo durante un período de tiempo muy corto, por lo que es difícil dibujar una imagen homogénea del panorama.

Algunas conclusiones

En general, los autores del estudio creen que dejar de fumar tiene un efecto positivo en la salud respiratoria de los pacientes asmáticos: cuanto más se abstenga de fumar, menores serán sus síntomas. Gradualmente, los pacientes con asma obtienen una mayor calidad de vida al disminuir sus exacerbaciones.

«El objetivo principal cuando se trabaja con un fumador con asma es la abstinencia completa de fumar, sin embargo, esto no siempre se puede lograr.  A menudo es un mejor compromiso para estos pacientes reemplazar los cigarrillos convencionales con productos libres de combustión. El Centro de Excelencia para la Aceleración de la Reducción de Daños ha desarrollado un poderoso algoritmo que proporciona información sobre cómo se puede tratar el tabaquismo para suprimir con éxito el asma bronquial, basado en pautas basadas en la evidencia», dijo el profesor Riccardo Polosa, fundador de CoEHAR.

El modelo de predicción de riesgo de EPOC estima que una mujer asmática de 43 años que fuma 20 cigarrillos por día durante 30 años tendrá una probabilidad del 42% de desarrollar EPOC en los próximos 10 años, en comparación con el 4,5% que tendría si deja de fumar a esa edad.

A pesar de que las terapias farmacológicas tradicionales, combinadas con el apoyo psicológico, pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar, se necesita más investigación para evaluar las posibilidades que representan los sistemas electrónicos de administración de nicotina para este tipo de enfermedad pulmonar, con el fin de aumentar las posibilidades de éxito.


Este artículo fue traducido y adaptado al español por el equipo de Vaping Today. Publicación original: Comunicado de prensa enviado por mail. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a redaccion@thevapingtoday.com.

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